miércoles, 30 de octubre de 2013

HERMANDAD DEL DULCE NOMBRE. LAS REGLAS DE 1.599

  
En el año de 1999, se cumplieron 400 años de la aprobación de las primeras Reglas institucionales y más antiguas que se conocen de la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús. Efemérides importante en la historia de esta Corporación cuatro veces centenaria.

Estas primitivas Reglas fueron aprobadas, ratificadas y confirmadas en Écija el 26 de agosto de 1.599 por el licenciado D. Pedro de Villa Gómez, Canónigo de la Doctoral de la Santa Iglesia de Sevilla, Provisor, Juez y Vicario General en su Arzobispado, por el Ilustrísimo Señor Cardenal D. Rodrigo de Castro Arzobispo de Sevilla.

En la segunda mitad del siglo XVI hay una eclosión de Hermandades y Cofradías andaluzas. Las Cofradías fueron canales a través de los cuales se dirige la Fe, siendo sus fines religiosos, sociales y benéficos. José Bermejo Carballo en sus 'Glorias Religiosas de Sevilla' nos las define así: "Llamamos Cofradía, Hermandad… a una congregación, asociación o reunión de personas, que con leyes o estatutos particulares autorizados competentemente, mirándose y tratándose como hermanos, tienen por objeto el ejercicio de actos piadosos para mayor culto de Dios, de la Santísima Virgen y de los Santos y el aprovechamiento espiritual de los fieles".

Nuestra Cofradía del Dulce Nombre de Jesús es una asociación piadosa que sigue un camino intimista y fija su atención en obras de caridad con sus hermanos.

Debemos destacar el ambiente en el que se desenvuelve la vida religiosa de ese período, donde la sociedad se conmueve ante la enfermedad, la pobreza y la muerte. Espíritu que se manifiesta en el capítulo IV de nuestra Regla: "…si alguno de nuestros hermanos enfermare, luego los oficiales devera cada uno insolidum hazer lo visiten, o hagan socorrer si fuese prove, que no tenga para curarse, que en este caso sea socorrido con limosna para su curar…"


 Como observamos todo se traduce en amor al prójimo. El mandamiento nuevo -el amor a los demás- es la última recomendación de Cristo (Jn 13, 34-35); porque si Dios es amor el cristiano tiene que ser también amor (1 Jn 14, 16); el evangelista Mateo nos indica que tenemos que ver a Dios en nuestro prójimo (Mt 25, 34-36); y los apóstoles nos inculcan que la caridad cristiana debe ser hecha sin ostentación y haciendo el mayor bien posible al prójimo (Rm 12, 9-21)

TIPOLOGÍA DE LA HERMANDAD

La Cofradía de sangre y luz del Dulce Nombre de Jesús, ubicada canónicamente en la iglesia de San Sebastián de la villa de Marchena, es una asociación de fieles, de carácter mixto, dotada de órganos de gobierno, que rendirá culto interno y externo al Dulce Nombre de Jesús y a la Santísima Virgen Madre de Dios a la vez que sus hermanos cofrades debían ejercitar la caridad y la penitencia.

Siguiendo la clasificación tipológica que realizó el profesor Isidoro Moreno para las Hermandades andaluzas, nuestra Hermandad se ajusta a la que él denomina tipo 4 (horizontal - abierta), al ser una Hermandad de clase y estar formada por personas de estrato elevado, como se ve en el capítulo II de las Reglas de 1.599, que, refiriéndose a las condiciones específicas impuestas a las personas a quienes se han de admitir en la Hermandad, dice así:  "Hordenamos y tenemos por bien que en esta Santa Cofradía, no sea admitido, ni Rezivido por cofrade de haviendo sido castigado por el santo oficio de la Inquisición, ni hijo, Padre, Nieto, o hermano del que lo oviere sido; e lo mismo si oviere sido afrentado por Justicia publicamente, o si fuere infame, o bulgar infamia, así como si fuere beodo, o oviese sido testigo falso, logrero, o amancevado público…"
Vemos en este capítulo II de las Reglas ciertos impedimentos y requisitos para el recibimiento de hermanos, consideraciones de ortodoxia religiosa, así como la existencia de antisemitismo, discriminación a los conversos y reflexiones sobre la inmoralidad de la usura.

Para ingresar en esta Cofradía el nuevo hermano debe contribuir con una limosna de entrada estipulada en dos reales de plata. Si muere el hermano, su mujer heredará sus derechos en la Hermandad.

En definitiva, nuestra Hermandad es una confraternidad en la que sus miembros se colocan entre los numerosos hermanos de los que el Hijo de Dios es el primogénito (Rm 8, 29). Pues todo el que cumple la voluntad del Padre celestial entra en esta verdadera fraternidad (Mt 12, 50; Mc 3, 35).

ESTRUCTURA ORGÁNICA DE LA HERMANDAD

La elección de todos los cargos que conforman la Hermandad es anual, teniendo cada uno sus normas así como penas de carácter pecuniario por su no cumplimiento.

La Junta de Gobierno consta de los siguientes cargos:

Mayordomo: Cargo de mucha importancia y responsabilidad en el organigrama de la Corporación. Administra los bienes de la Hermandad recaudados por limosnas y penas, llevando el libro de cargo y data con los ingresos y pagos de la Cofradía. Todos los meses debía de rendir cuenta a los oficiales.

Escribano: Cargo equivalente al actual secretario. Levantaba acta de los acuerdos tomados en Cabildo. Llevaba reflejado en un libro las limosnas recibidas por el Mayordomo.

Prioste: En su poder estaba la cera y las llaves del arca de la Cofradía así como dos bacinas de acófar con las que se pide limosnas para la Hermandad.

Dos alcaldes: Sus atribuciones no vienen bien definidas en los Estatutos. Creemos que sus competencias, al igual que en otras Hermandades, era juzgar y pronunciarse sobre los pleitos y litigios que se den dentro de la Corporación.

Cuatro Diputados.
Muñidor: Criado de la Cofradía que llamaba o avisaba a los hermanos para las Fiestas, Cabildos y otros actos. Cuando convocaba por difunto tañía una campanilla. Realizaba su labor vistiendo ropa de paño morado con el escudo de la Hermandad en el pecho.

 LOS CABILDOS


El Cabildo como órgano deliberante es la reunión en asamblea de los hermanos cofrades del Dulce Nombre de Jesús.

Todos los años se celebraban dos Cabildos Generales en la Iglesia de San Sebastián. El primero, el domingo antes de la Fiesta del Dulcísimo Nombre de Jesús; el segundo, el domingo de la Santísima Trinidad.

El domingo antes de la Fiesta del Dulce Nombre de Jesús, se celebraba por la mañana misa del Espíritu Santo rezada, pasando después a las dependencias de la Hermandad para la renovación en público de la Junta de Gobierno.
La Junta de Gobierno elegida será la encargada de regir la Hermandad durante un año. La Junta, como expusimos anteriormente, se componía de los siguientes miembros: un Prioste, dos Alcaldes, un Mayordomo y un Escribano. Ningún cargo era remunerado. Así mismo en este Cabildo se nombraba a un Muñidor.

Los cofrades elegidos miembros de la Junta no pueden renunciar, deberán aceptar su cargo so pena de dos libras de cera, salvo causa justificada.

El domingo de la Santísima Trinidad, se celebraba Cabildo General de Cuentas de cargo y data. En este Cabildo se daba informe detallado de las cuentas así como de todo lo que afectaba al aspecto económico. Este día el Mayordomo, como administrador de los bienes de la Hermandad rendía cuentas ante los oficiales y escribano. Las Reglas disponían que los gastos de mayordomía deben de ajustarse a cosas útiles y necesarias.

 FIESTAS Y PROCESIONES



En honor y gloria de Cristo y de su Bendita Madre la Hermandad celebraba anualmente cultos religiosos como expresión de Fe cristiana.

Esta Hermandad venera e invoca a la Virgen como Señora y Abogada celebrando cuatro Fiestas o Funciones Solemnes en las que se oficiaban misa, sermón y procesión:

La Natividad: Fiesta del Nacimiento de la que estaba destinada a ser la madre del Salvador: MARÍA.

Su Limpia Concepción: Quizás la fiesta más conocida y venerada por los cofrades. Esta fiesta fue aprobada en Roma en 1.476 por Sixto IV. La Inmaculada, singular privilegio de la Virgen que fue santificada por la divina gracia.

La Purificación de María: Fiesta que tiene por objeto conmemorar la ceremonia que tuvo lugar en el templo de Jerusalén a los cuarenta días del nacimiento de Jesús (Lc 2, 22-38). Los cofrades a través del cuarto misterio gozoso del Santo Rosario también recuerdan la Purificación de la Virgen.

La Asunción: Gran Fiesta del triunfo de María. Su preciosa muerte y Asunción gloriosa en cuerpo y alma al cielo para ser coronada Reina de todo lo creado.

El sábado ha tenido siempre cierta importancia litúrgica. Nuestra Cofradía celebraba misa en honor de Santa María todos los sábados en el altar de la Hermandad. Misa de alba para que pudiera ser oída por los trabajadores y caminantes.

En honor a su Titular el Dulce Nombre de Jesús, celebraba anualmente la festividad del Nombre de Jesús, con solemnes vísperas y misa mayor, realizándose antes de la misa una procesión por la Cofradía en la que se renovaba la fe en Cristo.

El principal acto de culto externo de nuestra Hermandad es la Estación de Penitencia que, anualmente hace la tarde - noche del Jueves Santo. Así cada Domingo de Ramos se realiza Cabildo General para tratar las normas y todo lo concerniente a la procesión (hora de salida, cantores y clérigos, personas que han de lavar a los hermanos de sangre, etc…)

Los hermanos que participan en la procesión lo harán con sus túnicas blancas de lana vellida y el escudo con el anagrama de Jesús propio de esta Hermandad. Los hermanos de luz irán con su cirio blanco y los hermanos de sangre con su disciplina disciplinándose.

Cada hermano se costea su propia cera. Aquellos hermanos pobres que por su situación económica no pueden llevar cera, la Cofradía les reparte las imágenes, crucifijos y cera que alumbra las imágenes, para que de esta manera puedan participar en la procesión.

OBRAS DE CARIDAD

 

La Hermandad presta ayuda económica y moral a los hermanos necesitados, así como a sus familiares. Para ello, esta Corporación destina parte de los fondos económicos provenientes de las limosnas a satisfacer las obligaciones ordinarias para el servicio de la Cofradía y lo que sobrare se destina a un fin determinado y concreto: curar a los enfermos y hermanos pobres de la Cofradía. Parte de esta limosna se repartirá entre las hermanas viudas, huérfanos y pobres vergonzantes.

La práctica de la caridad en la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús se regula en las normas específicas contenidas en los capítulos IV y VI de sus Reglas. La solidaridad colectiva se manifiesta con aportaciones a las necesidades de los hermanos ya que la fe y la caridad para ser verdaderas han de manifestarse en obras (2 Co 8, 9).


La Hermandad era una entidad de auxilio y ayuda en las necesidades y compañía de seguros funeraria que asiste a sus hermanos cofrades. La Junta de Gobierno al tener conocimiento de la enfermedad de algún hermano tienen sus miembros la obligación de visitarlo y socorrerlo económicamente en su enfermedad. Es decir, la Hermandad presta alivio espiritual y temporal a sus miembros. Obras de misericordia con las que se socorren las necesidades corporales o espirituales del prójimo.

Además velarán al hermano en el artículo de la muerte, teniendo cuidado de que confiese y comulgue con la mejor disposición.

En los entierros es obligada la asistencia de los cofrades. La Cofradía está presente institucionalmente con el guión y cera, portando además las andas. La Hermandad ofrecía dos misas rezadas de réquiem por el alma de cada hermano fallecido. Estos sentimientos de solidaridad no se limitaban solamente a los miembros de la Hermandad, también se enterraban a los pobres que se encomendaban al amparo de nuestra Cofradía.




 (Extraído de un boletín de nuestra Hermandad del año 2001)




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